Foto portada Sara Cano

PREMIO MAX A MEJOR COREOGRAFÍA 2020

DANZA CONTEMPORÁNEA DE RAÍZ

"Y así es como me siento más yo que nunca. He tenido que buscarle a todo esto su propio nombre. Un nombre propio que defina lo que hago: danza contemporánea de raíz. Como yo soy: mi cuerpo es contemporáneo, pero mi médula está hecha de tierra, de raíces que ahondan en el imaginario de nuestro folklore y nuestro preciado flamenco. Y aquí sigo, buscando, en este cruce de caminos, esta encrucijada que es mi zona cero. Mi propio espacio, mi propio abismo ... "

“Mi relación con la danza fue un flechazo.

Desde que descubrí el poder de transmisión que posee el cuerpo en movimiento entendí que la danza sería mi manera de relacionarme con la vida. Por este motivo, comencé mi formación desde una edad temprana graduándome, más tarde, en Coreografía e Interpretación de Danza Contemporánea por el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila de Madrid, donde adquirí una sólida base en diferentes estilos y técnicas de danza española y contemporánea.

Esta formación rigurosa sentó las bases para mi posterior desarrollo como coreógrafa y para que, desde 2014, tomara la iniciativa de dirigir mi propia compañía”.

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Sara Cano Danza

Espectáculos

Sara Cano Danza

De ecléctica formación, Sara Cano es una bailarina y coreógrafa cuyos estilos abarcan desde la danza contemporánea a la danza española, el folklore y el flamenco.

Graduada en Coreografía e Interpretación de Danza Contemporánea por el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila de Madrid, es directora de su propia compañía desde 2014, año en que comienza su andadura en solitario con la pieza corta A Palo Seco Redux y que es además el germen de A Palo Seco, una pieza en la que la coreógrafa establece una forma propia de expresión que amalgama flamenco y danza contemporánea.

PREMIOS RECIBIDOS

 

Premio Max 2020 a Mejor Coreografía

Primer Premio de Coreografía Ex Aequo XXIX Certamen de
Danza Española y Flamenco 2020

Primer Premio de Coreografía, Premio Conservatorio Superior María de Ávila XXVII Certamen de Danza Española y Flamenco 2018

Primer Premio de Coreografía de Solo, Premio Mejor Composición Musical Original, Premio Suma Flamenca 2015, Premio Compañias Internacionales Burgos Nueva York XXIII Certamen de Danza Española y Flamenco 2014

Premio Descalzinha, Premio Nave del Duende, Premio Cervandantes, Premio Universidad Carlos III de Madrid Certamen Coreográfico de Madrid 2018

Segundo Premio de Coreografía y Premio del Público
Certamen Coreográfico Mujer Contemporánea 2015

Encargos coreográficos de Sara Cano

  • Encargo de la coreografía de la ópera Carmen para la Opéra Royal de Wallonie- Liège, Bélgica, bajo la dirección de Marta Eguillior.

  • Encargo de la coreografía de La Rosa del Azafrán para la Temporada 23/24 del Teatro de la Zarzuela, bajo la dirección de Ignacio García.

  • Creación de la pieza “Vaidade”, para el Taller de Interpretación del Institut del Teatre de Barcelona.

    Asistencia en coreografía e intervención como intérprete en el espectáculo Color Sin Nombre de José Maya, estrenado en La Sala Roja de Teatros del Canal clausurando el Festival Suma Flamenca 2022. La experiencia inmersiva Color sin nombre ofrece una forma híbrida de actuación en la que la danza, la pintura y las artes digitales se funden en fascinantes mundos imaginarios. El flamenco de José Maya y el colorfield painting de Mark Rothko se encuentran, responden y se fusionan para crear puertas a un espacio infinito meditativo. Los movimientos del bailaor nos sumergen en la profundidad de los colores sensibles y vertiginosos del pintor, para revelar toda su fuerza y su dramatismo. Un viaje espiritual universal en ocho cuadros, donde las emociones humanas vibran ante nuestros ojos.

  • Creación de la pieza “La cigüeña” para el Taller de Creación de 6o curso de Danza Española del Institut del Teatre de Barcelona. Remontada también en 2021 en el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila de Madrid para el Taller de Interpretación de Danza Española. Remontada en 2022 para la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque.

  • Encargo coreográfico para el espectáculo “Ya no seremos” de Ángel Rojas Proyect, bajo la dirección artística de Ángel Rojas y la la colaboración coreográfica de Ángel Rojas, Mercedes de Córdoba, José Manuel Álvarez y Sharon Fridman. Ya no seremos es una obra que nace de la necesidad de Ángel Rojas de ahondar en el concepto de creación de autor en una clara línea de flamenco contemporáneo, más allá de barreras y estereotipos. Rojas reúne en este proyecto a un amplio equipo creativo bajo su dirección artística, así como a un elenco versátil, capaz de adentrarse en terrenos abstractos sin perder la hondura flamenca en una puesta en escena marcada por la simbología del mensaje. Todo un reto que llevará al espectador a descubrirse nuevamente en las raíces de un sentimiento compartido.

    Encargo coreográfico para Ibérica de Danza, para el espectáculo “Fígaro, Barbero de Sevilla”, bajo la dirección de Manuel Segovia y con la colaboración coreográfica de Manuel Segovia y Sara Calero.

    Encargo coreográfico para la dirección y coreografía de RODA, para la compañía valenciana Marea Danza. Pieza galardonada con el premio a Mejor Espectáculo de Calle Premios Artes Escénicas IVC 2021, candidata a Mejor Espectáculo de Calle en los Premios Max 2022, candidata a Mejor Banda Sonora de los Premios Max 2022.

    RODA es un espectáculo para calle y espacios no convencionales interpretado por cinco bailarinas que presenta una revisión de la danza popular valenciana desde un punto de vista contemporáneo, marcada por el sentido de circularidad como representación del torno y el agua como elementos para plasmar la tradición alfarera valenciana como parte de la identidad del folklore valenciano. Cinco mujeres erguidas y conectadas que danzan su tradición mirando hacia delante, reformulando su movimiento para crear una oda a la vida y a la tierra.

  • Encargo coreográfico para la gala de la XXII edición de los Premios Max, bajo la dirección de Ana Zamora, celebrada en el Teatro Calderón de Valladolid. Bajo el lema de “La fiesta de la libertad”, la mencionada gala ponía de manifiesto la cultura castellanoleonesa a través de las artes, la tradición y la vanguardia. El sentimiento de reivindicación del arte castellano fué el que primó a la hora de encajar todas las propuestas artísticas de la gala. Una fiesta de las artes capaz de conjugar tradición y vanguardia a través de recitales y actuaciones que transitaron desde los dulzaineros y los cabezudos hasta la danza contemporánea y el pop actual.

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Sara Cano Danza Contemporánea

La Danza Cuenta desde Emprendo Danza, Reflexiones en el Dia Internacional de la Danza 2020

Soy mujer, bailarina y estoy en la plenitud de mi vida. Con un cuerpo que ha vivido ya sus cuarenta primaveras, sus hojas empiezan a caerse, sus huesos ya no vuelan tan alto…Pero este cuerpo aún tiene mucho que decir. Hay muchas vidas en este cuerpo, hay muchas ganas de beber de otras vidas. Hay mucha danza aún en este cuerpo, antes de que el silencio y la oscuridad lo inunde todo.

No soy flamenca. Tampoco soy contemporánea. No sé qué etiqueta es la que tengo que ponerme para que los demás me reconozcan. No pretendo nada más que ser yo, que ser yo mi propia etiqueta. No trato de llegar a ninguna meta. Esto es una carrera de fondo y aquí permanezco, con este cuerpo lleno de cosas por decir.

Mi hábitat natural, considero que siempre fue y sigue siendo el movimiento. Antes de hablar, mi madre me decía: “Sara, ¡baila!” y la pequeña bailaba, sin saber muy bien qué hacía, simplemente se dejaba llevar por el torrente de emociones que brotaban de su cuerpo en movimiento. No sé concebir mi vida sin danza. Para mi es la forma de expresión más auténtica y poderosa. Es capaz de llegar a sitios donde la palabra no llegaría jamás. Por eso me sigue atrapando y lo seguirá haciendo hasta el día en que ya no pueda bailar y, aun así, seguiré bailando en mi cabeza, siempre… seguiré bailando.

Como intérprete, siempre me gustó crear mundos a través de la danza, contar historias, aportar ideas a las historias de otros a través de mi cuerpo. Siempre fui una bailarina a la que le gustaba aportar su personalidad y su esencia al trabajo del coreógrafo que tenía al frente. Sin saberlo, siempre tuve alma de creadora. Y, también sin saberlo, el hecho de ser mujer me condicionó y me empujó a dedicarme de lleno a la creación. Una empieza a cumplir años, su energía ya no es la misma, el cuerpo ya no es el mismo. De repente, un día dejas de ser de las elegidas en las audiciones. De repente, un día miras a tu alrededor y te das cuenta de que son muchas las chicas que vienen empujando con toda la fuerza y la avidez de la que son capaces para conseguir ese puesto preciado de bailarina del que antes disfrutabas tú. Es un hecho. Y es ley de vida…somos muchas. Como (mal) dicen muchos, la danza es una cosa de niñas. Lo triste, es que en el fondo hay mucho de verdad en esa frase tan hecha (tan mal hecha) y hay tantas para elegir que, más pronto que tarde, tienes que buscar otra vía si quieres continuar en este camino.

La vía que yo elegí fue la de la creación. Hoy sé que siempre tuve alma de creadora y que, de no haber sido por un hecho como éste, nunca me hubiese atrevido, nunca lo hubiese sabido. Y así, un día te das cuenta de que el compromiso con la danza ahora es mucho mayor si cabe, porque ahora, hablas en primera persona, hablas desde ti y tienes la obligación (autoimpuesta) que crear mundos que comulguen con tu forma de entender la creación y de relacionarte con el público. De llegar a él, lo que para mi, es el acto principal de la creación: transmitir un mensaje, una idea, una sensación… y que todo esto de alguna manera quede atrapado en algún rincón del espectador.

Y así, un día te das cuenta de que estás sola, de que el barco ahora lo llevas tú. Y te das cuenta de lo difícil que es dirigir, de lo difícil que es lidiar con tantos frentes abiertos y de que, nuevamente, ser mujer también influye en este nivel de dificultad. Hubo un tiempo en el que me aferraba a la idea de que el hecho de tener o no éxito como creadora, como directora de una compañía, era meramente una condición de aptitud y no de género, que el género no tenia nada que ver en esta cuestión. Con el paso de los años, vas mirando alrededor y te vas dando cuenta de que, como en todos (y repito, en todos) los sectores laborales, las cabezas visibles son masculinas y de que, para que una cabeza femenina consiga erigirse, hace falta imprimir el triple de fuerza y tesón para conseguirlo. Nuevamente, es un hecho.

Y, sin animo de crear en estas palabras un discurso lacrimógeno, nuevamente te das cuenta de que esto es así y, que si quieres permanecer en el barco, tienes que seguir. Tienes que seguir luchando con tu compromiso de vida firme y sincero en el trabajo. Y te das cuenta de que el mal llamado sexo débil es mucho más fuerte de lo que hubieras pensado. Te das cuenta de donde reside realmente la fortaleza. Del poder de resistencia, del maravilloso poder de resiliencia.

Y aprendes a lidiar con todo, a autoexigirte ser una supermujer que abarca la profesión, la familia, la maternidad y el hogar. Aprendes a lidiar con la eterna contradicción de cumplir unos cánones de belleza impuestos que, aunque una cree estar por encima de ellos, siguen persiguiéndola. Aprendes a autoafirmarte y a decir bien alto que este cuerpo es igual de válido que cualquier otro. Que, en tu condición de bailarina tu cuerpo cambia y necesita encontrar nuevas fortalezas más allá de la vigorosidad de un cuerpo joven. Y descubres nuevos mundos maravillosos que te hacen viajar a sitios a los que no hubieras pensado que podrías llegar. Y te das cuenta de lo bello que es ser creadora, de la maravillosa oportunidad que se te brinda en cada creación de gestar de cero, cada vez, algo de la nada.

La creación es un mundo que se vive muy en solitario (o al menos yo lo vivo así).En cambio, quiero pensar que, a pesar de esta soledad autoimpuesta, somos muchas las que estamos ahí, en la lucha por tener voz propia. Que, aunque perdidas en nuestros propios mundos autogenerados, de alguna manera estamos conectadas y empujamos, juntas, en la misma dirección, para conseguir erigir nuestras cabezas y conseguir el aire y el espacio que también merecemos. Sigamos luchando…