LA ESPERA

A MI PEQUEÑO.
Desde esta espera que rige mis días, empiezo a creer en este nuevo estado: este estado de buena esperanza. Desde esta oscuridad incierta que me rodea, busco ese destello, el primer destello, donde todo es inesperado y donde lo nuevo se hace esperanza, dibujando sonrisas que me asaltan en cualquier momento. Este estado de esperanza que todo lo llena, que da sentido a todo y al mismo tiempo me llena de preguntas y de miedos. Esta espera que llena mis ojos de lágrimas, cargadas de sueños y de vida. Esperanzadamente, sí; aquí permanezco. Entre el vaivén de los acontecimientos, en algún lugar dentro de mí misma te pienso, te sueño, te deseo. Esperanzadamente te espero. Pacientemente y, al mismo tiempo, me desespero por saber de ti: el misterio más grande, el milagro más perfecto…Mi precioso regalo, mi primer destello, donde todo es inesperado, donde todo es nuevo, donde lo más grande es lo más pequeño… Sí, así, desde aquí, esperanzadamente… te espero.